- Dios debe llamarte.
- En primer lugar , debes estar seguro de tener una relación personal con Jesucristo.
- Rogar a Dios por su visión o meta para tu vida.
- Debes estar dispuesto a hacer todo lo que se te pida.
- No perder de vista a las personas detrás del trabajo desempeñado.
- Dar gracias por tu puesto y nunca darlo por sentado.
- Debes estar dispuesto a someterte a la autoridad.
- Conocer que estas en la voluntad de Dios.
- Saber que tus recompensas están atesoradas en el cielo.
- Desarrollar un corazón de siervo.
- Andar sin ofensa.
- Servir como si estuvieras sirviendo al mismo Jesús, sin fijarte en el hombre para quien trabajas. Por otro lado, ten cuidado de respetar su llamado.
- Ser paciente.
- Tener un nivel de lealtad que vaya más allá de los sentimientos personales.
- Respetar a todos.
- No escuchar la maldad, no ver la maldad, no hablar de la maldad.
- Juzgarse a sí mismo.
- Nunca ser demasiado grande para hacer las cosas pequeñas, ni demasiado pequeño para hacer las cosas grandes.
- Comprometerse con el ministerio de la misma manera que debes estar comprometido con tu matrimonio.
- Saber que eres importante y necesario.
- Ayudar a otros a cumplir con sus ministerios.
- Hacer todo lo que sabes hacer para llegar a donde deseas llegar.
- Hacer un trabajo excelente donde quiera que estés.
- No alejarte de una encomienda, hasta que la misma se logre por completo.
- Nunca rendirse.
- Ser alguien en quien se puede confiar.
- Ser un buen seguidor al igual que un buen líder.
- Mantener el gozo del Señor.
- Permanecer siempre sensible al Espíritu Santo.
- Obedecer siempre las instrucciones específicas de Dios.
- Ser paciente el uno con el otro.
- Andar siempre en amor.
- Estar dispuesto a cambiar de dirección.
- Saber que Dios es tu fuente.
- Usar todas las habilidades que Dios te dio.
- Desarrollar una perspectiva saludable de ti mismo.
- Mantener siempre la visión general de la iglesia frente a ti.
- Mantener una buena actitud.
- Confiar en la gracia de Dios y en su unción sobre tu vida.
- Tener la suficiente madurez para que te reprendan y corrijan.
por Terry Nance
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